Ha sido una decisión muy difícil, que nos ha costado más de un
quebradero de cabeza, pero creo que este Ayuntamiento ha hecho lo
correcto teniendo en cuenta en la coyuntura económica y laboral en la
que nos encontramos. Gracias a esta decisión 60 familias podrán vivir,
al menos durante algún tiempo, más desahogadamente. El sacrificio es
grande, pero estoy segura que el pueblo de Bormujos comprende esta
decisión, porque así me lo han hecho llegar, y ve con buenos ojos que
este año no disfrutemos de nuestra Feria con tal de ayudar a estas
familias que tanto lo necesitan. Esperemos que esta medida sea algo
extraordinaria y que el verano que viene podamos volver a celebrar
nuestra Feria porque la situación económica haya mejorado y vivamos
otros tiempos. Pero en este 2012 hemos creído conveniente adoptar una
medida que será un balón de oxígeno para muchos bormujeros y bormujeras
traducido en una de las principales necesidades del ser humano, el
trabajo.