El otro día estuve en el Colegio El Manantial para asistir a la clausura de la Escuela de Verano. Quiero agradecer a los monitores la labor que han realizado con los 150 alumnos durante estos meses de verano, julio y agosto, porque le han dado mucho dinamismo a las clases a la vez que han permitido que los padres y madres bormujeros se puedan ir a trabajar con la tranquilidad de que sus hijos están divirtiéndose y pasando una mañana estupenda.
Desde el Ayuntamiento hicimos un esfuerzo, a pesar de la crisis económica que padecemos, por contratar más monitores y no dejar a ningún niño fuera. Estoy satisfecha porque ha merecido la pena y la alegría de los alumnos y de sus padres en ese momento de la clausura es la mejor prueba de que las administraciones tenemos que ayudar en todo lo que esté a nuestro alcance para que las familias concilien la vida personal y profesional.
Teatros, bailes y canciones fueron un broche de oro estupendo para unas actividades en las que no ha faltado variedad ni originalidad. El cuidado del Medio Ambiente, la interculturalidad, o la educación en valores, a través de talleres lúdicos, juegos, manualidades y actividades deportivas han garantizado la formación en valores y la diversión. Esa es la línea que queremos para formar a los bormujeros y bormujeras del mañana.