¿Por dónde andarán los bormujeros? Es la primera pregunta que me viene a la cabeza ahora que me siento un momento a escribir en el blog. Tengo mi mente puestos en ellos porque esta mañana me he emocionado cuando he visto por la televisión las imágenes del salto de la reja. Supongo que si no lo han hecho, estarán a punto de emprender el camino de vuelta. Ahora, las pisadas de la ida se confundirán con los de la vuelta en la arena del camino. Ha sido una semana en la que la romería ha sido la protagonista sin lugar a dudas. Una amplia representación de nuestro pueblo ha vuelto a ir al encuentro de nuestra Madre del Rocío. Me cuentan que haga especial hincapié en que, por supuesto, la romería es una fiesta donde se respira mucha alegría, donde el cante y el baile están presentes casi cada minuto de la peregrinación; pero, ante todo, la romería es la demostración del amor del Pueblo de Dios hacia su Madre, representada en el Simpecado. No se entiende el camino sin la misa del alba, sin el Ángelus o sin el Rosario al anochecer.
El Rocío son muchos momentos como la presentación ante la Hermandad Matriz el sábado, la misa denominada pontificial del domingo por la mañana o el Rosario lleno de luz por las bengalas antes de la procesión. Pero, sin duda, el momento de mayor sentimiento y emoción es cuando los almonteños pasan por nuestra casa de hermandad. En ese momento se produce una explosición de fe y alegría. Todo un año esperando para ese preciso momento.
Ahora queda hacer un último esfuerzo y deshacer el camino. Desde aquí, os animo a que salgamos a la calle a recibir con los brazos abiertos a nuestros conciudadanos.
Por último, me gustaría destacar el hecho de que este fin de semana, Bormujos fue la imagen del Rocío a través del cupón de la ONCE del sábado. La carreta con el Simpecado de nuestra hermandad paseó por todos los rincones de España. 56101 fue el número premiado. Espero que Bormujos haya llevado la suerte a la gente que más lo necesitara.