Quisiera aprovechar este espacio para trasladar mi más sincera enhorabuena al grupo de hermanos que en estos últimos ha sacado de su letargo a la Hermandad del Rosario. Durante esta semana han celebrado los cultos y actos en honor a la Virgen, los cuales han puesto de manifiesto que la devoción hacia esta imagen mariana es máxima, puesto que el número de fieles y vecinos en cada uno de ellos ha sido muy significativa. Primero con el pregón y posteriormente con el Rosario por las calles y el Triduo se ha constatado el resurgir definitivo de esta Hermandad que es historia de nuestro municipio y que gracias a un grupo de jóvenes hoy vuelve a tener el esplendor que tuvo en sus días con la devoción que le procesaron nuestros abuelos. Hoy concluyen los actos con el solemne besamano en La Encarnación, un broche de oro a una semana esplendorosa en la que la Virgen del Rosario ha lucido más que nunca. Pueden estar satisfechos los hermanos de que el trabajo que están realizando está dando sus frutos, un trabajo hecho desde el corazón que, sin duda, es la mejor manera de realizar las cosas.
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