Cuando se cumplen catorce años de la brutal sentencia de muerte decretada y ejecutada por unos terroristas contra el concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco, su hermana Mari Mar aseguró que con los terroristas “se acaba con todo el peso de la ley, con la acción judicial y policial y desde la unidad política y social, tal y como se demostró en el año 1997”. Blanco reclamó la recuperación del denominado como espíritu de Ermua “en el que desde la unidad social y política conseguimos prácticamente derrotar a la banda terrorista”.
Paz y Justicia. Eso es lo que se pidió en un acto respaldado por nuestros vecinos en el que la diputada vasca agradeció el apoyo recibido. Me despido con sus palabras de agradecimiento, porque me parecieron muy hermosas: “Es una maravilla conocer esta ciudad, donde hay memoria para las víctimas del terrorismo… pues, sin memoria, no hay justicia”.
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